Mi Cambio Físico, un ejemplo en primera persona

Quiero compartir con vosotros el cambio, tanto físico cómo anímico que estoy desarrollando. Creo que puede ser de ayuda para cientos de personas que están en una situación parecida y tienen pocas esperanzas de poder mejorar su físico y tener un aspecto saludable, lo que mejora totalmente de su calidad de vida.

Yo no fui un niño con sobrepeso, no era “gordito” de niño, de hecho, era mas bien “flaquito” he aquí una foto en la que tendré unos 6 ó 7 años.

No era un niño gordito. Cómo a muchas personas les ocurre, con el paso del tiempo, van cambiando sus hábitos de vida y los van empeorando. Yo recuerdo que con esa edad, tomaba mucha fruta a diario, me encantaba salir a jugar con mis amigos con los bolsillos llenos de peras, ciruelas, pequeñas manzanitas o cualquier otra fruta que pudiese llevarme. Además tomaba frutos secos, me encantaban las pipas de calabaza o de girasol, tan beneficiosas por sus proteínas y sus acidos grasos omega 3 y 6… Así que además de hacer mucho deporte, comía de forma saludable.

Pasó el tiempo, y seguía siendo igual, me conservaba bien, me gustaba el deporte y comer sano, no fumaba ni bebía alcohol, ahí va otra foto, ésta con 19 años, en el año 1.988.

Cómo puedes observar, no era gordito, pero desde ahí en adelante la cosa fue cambiando…

Empecé a cumplir años y a cambiar mis hábitos de vida. Empezaron las malas costumbres. Comer mal, tomar alguna copita de vez en cuando, la dichosa cervecita, acompañada de su barriga cervecera, y sobre todo las excusas…

Y me explico, por lo de las excusas. Cuando algo no te conviene y no tienes la fuerza de voluntad para evitarlo o modificarlo, tu ingenio imaginativo empieza a trabajar a marchas forzadas para crear un repertorio sinfín de excusas para no afrontarlo. Y créeme tengo un ingenio imaginativo que ni los guionistas de Hollywood…

Aquí te muestro una foto de cómo me veía con casi 40 años:

Cómo ves en la foto, ésta no está tomada en la playa cómo las anteriores, ya que en esa época de mi vida, “no me gustaba” ir a la playa, y mucho menos tomarme fotos… entenderás el porqué, supongo. Mis ganas de ir a la playa disminuían al mismo ritmo que mi cuerpo iba acumulando grasa, es decir, no estaba a gusto con mi aspecto…

Así que cuando mi panzita empezó a llegar a los sitios unos segundos antes que yo, me lo empecé a tomar con humor, y pensaba que:

… eso era normal al cruzar los treinta y tantos años…,

… que mi barriguita era un patrimonio y que había invertido miles de euros en ella…,

… que eso era señal de buena vida…,

… que en la vida hay que disfrutar y no privarse de nada…,

… que hay gente que se cuida toda la vida y se puede morir joven si le viene una enfermedad…

En fin, empecé a intentar engañarme a mi mismo. Pero no surtía efecto, porque cada vez que lo pensaba a solas, o veía a personas de mi edad que estaban en buena forma física, reconocía que preferiría estar en mejor estado físico. Pero no tenía la fuerza de voluntad suficiente para empezar a eliminar o modificar mis hábitos de vida.

Hasta que un día me llevé un tremendo susto, y además fue el día 25 de Diciembre de 2.006 día de Navidad, cuya noche la pasé en el Hospital, debido a una serie de complicaciones de salud que me empezaron a aparecer, la mas “escandalosa” una inflamación brutal en ambos pies y tobillos. Los médicos se asustaron incluso más que yo mismo, pensando en que tenía graves e irreversibles problemas de salud que afectaban a mis riñones, y que necesitaría incluso de trasplante.

Esas horas en el Hospital, presa de la incertidumbre y del miedo a la enfermedad, me dieron tiempo para replantearme muy seriamente mi situación, sobre todo porque en esos momentos mi esposa estaba embarazada de mi tercer hijo…

Gracias a Dios, todo quedó en un tremendo susto, que yo identifiqué cómo una advertencia o un aviso que la vida me estaba haciendo.

!!! ESE DÍA DECIDÍ CAMBIAR !!!

Y empecé a tomarme en serio la vida, a ser responsable con mis hábitos y a cuidar de mi mismo.

Comencé a interesarme por todo lo relacionado con la nutrición realizando muchos cursos y asistiendo a seminarios. De hecho obtuve la titulación de Especialista en Nutrición Avanzada IFBB.

Me interesé mucho en lo relacionado con las emociones y cómo saber manejarlas, estudiando conceptos de PNL, Coaching y Psicología que se pudieran aplicar a procesos de crecimiento y mejora personal, tanto a nivel físico cómo emocional. Ya que es la base para cualquier proceso de cambio.

Y me dediqué a aprender y formarme en lo relacionado al entrenamiento físico, para poder aplicar en mi mismo los conceptos que han utilizado a lo largo de los años los preparadores y entrenadores más exitosos. Obtuve la titulación de Personal Trainer IFBB, y con ella la posibilidad de compartir con mas personas dichos conocimientos.

Así que empecé a trabajar en los tres pilares de todo cambio físico y emocional, que son: Motivación, Entrenamiento y Nutrición.

Y los cambios empezaron a surtir efecto, apliqué todo lo aprendido y mi salud y mi físico empezaron a agradecérmelo. Hoy por hoy, camino de los 45 años, me vuelvo a encontrar bien conmigo mismo. Bajé de peso y empecé a entrenar, lo que me ha hecho subir mi autoestima y por fin, después de muchos años… ” me vuelve a gustar ir a la playa ” y he vuelto a hacerme fotos en la playa, estas son de hace 4 meses:

Fíjate el cambio si las comparamos:

Ahora quiero dar un paso más y compartir con todas aquellas personas que lo deseen estos conocimientos, basados en mis estudios, mi experiencia personal y los principios que llevan muchos años ayudando a muchas personas alrededor del mundo a cambiar su físico de forma saludable.

He diseñado un patrón de trabajo, adaptable y personalizable a cualquier persona que quiera mejorar su aspecto, sin descuidar su salud. Este Plan es para realizarlo en 90 días y te puedo asegurar que te ayudará a crear una base sólida que te permita conseguir tus objetivos. Trabajando esos tres pilares de los que te hablaba antes: Motivación, Entrenamiento y Nutrición. Un Plan llamado:

Plan Tu Calidad de Vida